Escribamos un cuento...

Érase una vez, un chico joven, que viajando de pueblo en pueblo conoció a una campesina, la llamaban  Kareth, esta  campesina desapareció tan pronto como se cruzó en el camino... Pocos años después, cuando el joven chico viajó a un nuevo pueblo, se encontró con una chica de su misma de edad, llamada Nix y este la invitó a su castillo, esta aceptó, al cabo de unos meses, el joven volvio a levantarse y cambio de castillo, alli encontró a la mejor chica de toda la zona, llamada Alea, la invitó a que se mudara a su propio castillo, pero esta dijo que no, que todavía estaba bien... El joven, que ya empezaba a hacerse grande, lo volvió a intentar, pero no hubo una solución para tal...  A partir de entonces, empezó a viajar otra vez de un lado para otro, asi encontró a la Princesa Maravillada y a Haydé, de la primera, de quien se había colado, la miraba, la visitaba a menudo y hacia lo posible e imposible para hacer que sus caminos se cruzaran en un mismo punto, pasó el tiempo, y cada vez se veían menos... El joven, lanzaba suspiros constantemente, lanzaba sus palabras al viento para que le llegaran a la princesa, pero esta volvían con respuestas inútiles...
Con Haydé, hubo suerte, pero el joven se dio cuenta, de que esta no era la clase de chica que él buscaba...
Volvió a pasar el tiempo, se encontró con Alea, después de su viaje, la notó cambiada, y cada dos minutos cambiaba de opinión y parecer sobre la Princesa Maravillada y esta... Esta perdido, ese era su problema.
Seguía pensando en estas pero la Princesa Maravillada, por la que de veras se enamoró,le demostró que era la clase de chica que era difícil de encontrar... Como el verso perfecto... por eso, dejó todas las cosas por ella y volvió a empezar con esta princesa. Volvió a encontrarse con ella después de llegar de un viaje por el mar... volvió a intentarlo y a mandarle sentimientos escritos en verso... Pero nada, un día, le mandó la última paloma mensajera que le quedaba, ya que se fueron perdiendo con el tiempo...  En su mensaje dijo que quería como regalo para el nuevo día, pasar con ella la vida entera... Y con este último mensaje, la paloma desapareció...

El joven se convirtió en pluma esperando que la princesa se convirtiera en papel... Para dedicarle versos, escribirle todos los te quieros en sus palabras... Y terminar de hacer realidad este cuento...