domingo, 22 de septiembre de 2013

Siempre me matan las despedidas

Un día como hoy, este poeta en paro parte hacia Sevilla, una nueva etapa, otra forma de vida. Al fin soy universitario, y no sé si la idea de abandonar temporalmente lo que tengo me agrada, pero todo sea por lograr lo que quiero.
Dejo familia, amigos y alguna que otra obsesión por olvidar. A casi 300 kilómetros de casa, un poco más cerca de mis sueños.
Como equipaje llevo dos maletas hasta arriba de ropa, cajas para reordenar mi cabeza y un buen puñado de recuerdos y experiencias que han marcado mi vida y me ayudarán a seguir adelante.
Creo que soy demasiado dependiente de toda la gente que me rodea. Habéis hecho mella en mi. Por eso me cuesta tanto despedirme de todos y cada uno de vosotros.
Decidí complicar mi vida, marcharme lejos por lograr salir adelante en un futuro. Quién me diría hace tres meses que todo esto daría un vuelco abismal e iniciaría algo que me atrae, algo con lo que pudiese dar todo lo que tengo dentro, algo con lo que me pueda autorrealizar a pesar de la dificultad que ello conlleva. Ya sabéis que soy el soñador que siempre conocisteis, y que nunca se conformó con cualquier cosa...
Son fotos, palabras, hechos, emociones, llantos, tristezas, alegrías, sensaciones las que colman los límites de este equipaje. Sois todos vosotros.
El verano me ha servido para unirme aún más a vosotros, quizá lo más necesario. Espero que cada vez que vuelva sigáis siendo quienes sois, las personas con las que decidí compartir mi vida en su día. No quiero perder a gente tan importante,que incluso ha llegado a formar parte de mi mismo.
Volveré a mi tierra, cual golondrina vuelve de nuevo a su nido cada primavera; y juro que seguiré siendo el mismo, cambiar siempre fue tarea del que nunca supo quién era.
Deseo que tengáis mucha valentía y constancia para afrontar lo que se nos viene encima, la suerte es para los que nunca fueron luchadores.

¡Hasta pronto!

No hay comentarios:

Publicar un comentario