lunes, 31 de octubre de 2011

...Qué necesarios son los cinco...

Hoy, mientras bajaba a la planta baja, encuentro a una chica ciega bajando las escaleras, con la que por pocas choco por ir en mi mundo... Mientras esperaba a que el conserje me diera un papel, llega la chica junto con una profesora, y me toca, me dice, que era un chico alto, muy alto!! Y ha nacido una sonrisilla en mi cara y me ha hecho pensar, como sería mi vida si no pudiese ver... me horroriza la idea e intento borrar ese pensamiento... pero me obstruye durante todo el día y me lo sigo cuestionando... La chica, aparentemente es feliz, sonríe y lo único que le impide ser igual es ese problema... No estoy seguro si podría contestar a mi propia pregunta, si es mejor ser invidente o estar igual que ahora... Una mirada muy penetrante, limpia. Sus ojos brillantes como una llama en la inmensa oscuridad. Es una mirada eterna, una mirada que nunca muere... +de tres meses en mi otro yo... :)

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