Otra vez volví a ser valiente, otra vez... No sé si la quinta, o sexta, y a pesar de la insistencia, la respuesta siempre es la misma. Bueno, esta vez no, tú no fuiste valiente para decírmelo. O demasiado buena intentando no hacerme sufrir, quién sabe ya.
¿Pero qué quieres que te diga que no sepas? Tú lo eres todo dentro de mi, y sin ti no soy nada... Si tu nombre resuena en mi cabeza cada que lo pronuncian, y su eco se esparce dentro de mi, haciéndome llegar a la ataraxia, desde tu inicial, hasta tu respiración...Pero eso te interesa poco.

Y la noche pasó y pasó, las horas corrían como el agua en su nacimiento, pero por casualidad, tú tampoco viniste, y mis sentimientos se fueron disolviendo en el aire como la pólvora, produciendo una gran bomba de amor y rabia que pudo al final conmigo mismo.
Solo te dije que me dieras una oportunidad...